¿Te imaginabas que alguna vez la economía pudiera ser verde? ¡Claro sí! Te contamos en qué consiste y algunos ejemplos de proyectos que eligen en su día a día este modelo económico cada vez más necesario para el planeta.

¿Qué entendemos por economía verde?

Siguiendo la definición que marca el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), la economía verde es aquella que persigue el desarrollo sostenible a nivel social, económico y ambiental. Hay quien también la llama “economía ecológica”. ¿Qué requisitos básicos debería cumplir la economía verde de un país:

• Baja en emisiones de carbono. 
• Busca el bienestar humano y la igualdad social. 
• Eficiente en el uso de recursos para evitar su escasez y economías basadas en la explotación masiva de los mismos.
• Se fundamenta en la circularidad. Es decir, dejamos a un lado el usar y tirar en favor de reducir la producción y la generación de nuevos desechos. 

¿Qué ventajas ofrece la economía verde para el medioambiente y los seres humanos? ¡Innumerables! Por citar solo algunos, es clave para luchar contra el cambio climático y el calentamiento global a causa de las emisiones de efecto invernadero y para fomentar un desarrollo sostenible en la sociedad.

Ejemplos reales de economía verde

Como ves, la economía verde puede englobar a muchos ámbitos por eso creemos que con ejemplos concretos será más fácil entenderla y hacerla palpable. Algunos serían:

Construcciones más sostenibles. En este sentido nos referimos a empresas que construyen aprovechando materiales reciclados y reaprovechados, como hacemos en PronaParís desde hace más de una década. Si quieres, puedes conocer cómo debe ser un edificio sostenible en nuestro blog. 

Reciclaje. Aquí encontraríamos a marcas que apuestan con firmeza por el reciclaje de materiales, ya sea del plástico, vidrio, papel, cartón, entre otros. Un claro ejemplo puro de esta apuesta de la que hablamos sería eRecycling, donde tratamos y reciclamos metales férreos y no férreos y RAEEs, (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). No obstante, cualquier otro negocio que tuviera en sus centros de trabajo habilitados contenedores específicos para reciclar, también estaría contribuyendo a esta economía verde. Por cierto, en Global París, ¡ya contamos con ellos! 

Compras más responsables.  Nos referimos a consumir solo lo necesario y a evitar las compras compulsivas o “por si acaso”. Tanto particulares como empresas que realizan compras más organizadas y reflexivas podrían estar fomentando la economía verde en este sentido. 

Consumo colaborativo. El caso más conocido por todos es el de compartir transporte. Seguro que te suenan las iniciativas donde alguien puede ofertar una plaza libre de su vehículo para un determinado trayecto que a otros les pueda interesar.

Te invitamos a hacer clic para conocer más sobre los negocios y empleos verdes que fomentan este tipo de economía.